Ya no es necesario salir de casa para cometer un delito, para extorsionar a una empresa cifrando sus datos. Lo único que necesitan los hackers es sentarse tras la pantalla de su ordenador. Seguramente se sentirán importantes, poderosos, protegidos por el anonimato.
Sentados en su casa, en pijama, son capaces de lanzar ataques a gran escala que pueden llegar a poner en jaque a un país entero. Fijaos, por ejemplo, en los apagones «por fallos masivos» que han sufrido últimamente países como Venezuela, Argentina o Uruguay.
Estemos o no estemos preparados para asumirlo, la realidad se está empeñando en demostrarnos que el nuevo paradigma tecnológico está aquí. Ahora la «guerra» o los delitos o las extorsiones tienen nuevas armas: los algoritmos. Es por ello por lo que debemos ponernos en marcha cuanto antes para prepararnos para la nueva era, que ya no es tan nueva, porque ya está completamente instalada entre nosotros.
Según datos de una compañía internacional dedicada a la seguridad informática, España es el noveno país del mundo que más ataques de este tipo recibe, y aunque contamos con distintos organismos preocupados y dedicados a la ciberseguridad, todavía queda mucho camino por recorrer.
La ciberseguridad no es una cuestión de la nación como estado, es una cuestión en la que todos y cada uno de nosotros puede poner su granito de arena. No importa cómo seamos de grandes o de pequeños, lo que seguro importa, es que para cada uno de nosotros, nuestros datos son muy valiosos. Es por ello por lo que las medidas de ciberseguridad no debemos dejarlas sólo en manos de los gobiernos.
Protegerse mínimamente no es caro, sobre todo si lo comparamos con lo que podemos llegar a perder. Un antivirus, un firewall, una buena copia de seguridad y una buena política de protección pueden salvar nuestro negocio.
Que no veamos las amenazas cada día, no significa que no estén ahí. No pensemos, nunca, que no nos puede tocar.
En 2018, uno de cada 3 españoles conectados a internet fue víctima de un ciberataque. Los números hablan por sí mismos…